¿Qué es el marketing olfativo?

Un nuevo tipo de marketing sensorial apoyado en los aromas

Nos encontramos ante una tendencia en marketing que se está extendiendo por los rincones del planeta con unos resultados más que exitosos. Pero ¿Cómo definiríamos este novedoso tipo de marketing sensorial? Una buena definición de marketing olfativo sería decir que se trata de una eficaz herramienta de marketing que se basa en el empleo de los aromas , definidos como odotipos, en espacios (comerciales o no, más adelante veremos ejemplos) con el objetivo final de suscitar diferentes emociones, desde actuar positivamente en el ánimo de los empleados (en el caso de que los hubiese) hasta influir en los comportamientos y fidelizar de manera indirecta a los consumidores, consiguiendo un recuerdo de experiencia placentera al visitar nuestro local o asociando nuestra marca a un determinado aroma.

¿Cómo influye en nosotros el marketing olfativo?

El marketing olfativo intenta afectar al sentido más sensible del ser humano. El olfato hasta hace muy poco era un sentido que no se tenía en cuenta en marketing hasta que se empezaron a ver sus efectos a través del neuromarketing. El olfato es un sentido de rápida asociación y el de mayor permanencia en nuestra memoria ¿A qué aún recuerdas el perfume de tu primer amor o el olor a las galletas recién hechas de tu abuela? ¿Y el irreconocible olor a hierba mojada? Si no queréis poneros melancólicos, con un mínimo esfuerzo podéis evocar en un instante el olor a pintura o a crema solar ¿Verdad que sí?

Los aromas son capaces de provocarnos sensaciones estimulantes, pueden relajarnos, excitarnos, asustarnos e incluso hacernos viajar en el tiempo hasta nuestra niñez. De hecho, los recuerdos olfativos de la infancia son los más fuertes a la hora de suscitar emociones agradables y también los más fáciles de recordar.

Teniendo en cuenta que nuestro sentido del olfato puede recordar más de 10.000 aromas, que es el sentido más desarrollado y tienen una capacidad importante para influir en nuestros comportamientos (esto sucede gracias a que está directamente conectado con el área del cerebro que se encarga de procesar las emociones y los recuerdos) ¿Cómo no lo íbamos a tener en cuenta para hacer una buena estrategia de marketing?

A través de una combinación estudiada de aromas y poniendo en práctica una buena estrategia de marketing olfativo y marketing sensorial a día de hoy y aunque asuste, se puede conseguir que se consuman más postres en una determinada zona de un restaurante, que un consumidor permanezca más tiempo mirando y probándose ropa en una tienda o incluso que una marca este asociada a un olor en particular.

En el marketing olfativo una de las claves es la exclusividad y el factor diferenciación. Por poner un ejemplo, la firma de ropa Abercrombie & Fitch ha desarrollado su propia fragancia, el odotipo que le define, un aroma con el que perfuma sus locales y su ropa. Después de varios años con esta estrategia, a día de hoy los consumidores son perfectamente capaces de vincular ese determinado aroma con la marca e incluso de tener experiencias positivas asociadas al momento de compra. Pero tampoco consiste en obcecarse con la exclusividad de un aroma, también puedes usar marketing olfativo en tu pastelería con olor a dulces recién hechos, en tu librería con aroma a libros nuevos o tu cafetería con olor a café recién molido ¡De verdad funciona! ¿O no es cierto que te has parado más de una vez al pasar por una panadería en la que dirías que en ese momento están sacando la hornada del día? ¿La estarían sacando o lo estaban potenciando con marketing olfativo?

Este tipo de sensaciones provocadas por el marketing olfativo se ha llegado a definir como una especie de seducción al consumidor, del mismo modo que las personas nos sentimos atraídas por el aroma de otras personas.

¿Qué beneficios aporta el marketing olfativo?

Un gran número de estudios afirman que los aromas provocan, de manera inconsciente, comportamientos transcendentales en las personas y que el olfato es el sentido que más sentimientos genera, así mismo recordamos un 35 % de lo que olemos, un 5% de lo que vemos y un 2% de lo que oímos ¿Interesante, verdad? De esta manera, implementando una estrategia de marketing olfativo en un punto de venta podemos llegar a aumentar la predisposición a la compra en un 20%. Por aún hay más, si somos capaces de combinar el marketing olfativo con otros aspectos relacionados con el marketing sensorial como son la iluminación, temperatura, decoración…mejoraremos de manera exponencial la experiencia del consumidor en el espacio comercial.

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